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La Contaminación Ambiental Y Su Relación Con La Salud

Contaminación ambiental El crecimiento económico y la globalización han originado muchos beneficios, pero a la vez han aparecido nuevos riesgos para la salud, entre otros

Contaminación ambiental

El crecimiento económico y la globalización han originado muchos beneficios, pero  a la vez han aparecido nuevos riesgos para la salud, entre otros.

Se ha estimado que los países industrializados un 20% de la incidencia total de enfermedades se puede atribuir a factores medioambientales. La contaminación del aire interior y exterior en Europa es la causante de una gran cantidad de muertes y  años de vida ajustados por discapacidad en niños.

Esta contaminación del aire externo e interno está asociada a enfermedades respiratorias, asma y alergias. En Europa, aproximadamente un 10% de la población infantil, padece asma o alergias. En España, se calcula que un 50% de la población será alérgica en el 2050, lo que indica un gran crecimiento de este tipo de patologías.

El humo del tabaco en interiores aumenta el riesgo de cáncer entre un 20 y un 30% en no fumadores, siendo el causante de 2.500 – 3.000 muertes anuales en nuestro país.

Los impactos del cambio climático sobre nuestra salud se están viendo por el aumento de la morbimortalidad por olas de calor, el aumento de la incidencia de enfermedades por el aumento de la contaminación.

Contaminación y su relación con la salud

Un contaminante es cualquier sustancia en el aire que puede, en concentraciones suficientemente elevadas, dañar a los seres vivos o a los materiales.

Como media un adulto respira más de 15 m3 de aire al día. A menudo los contaminantes que transporta el aire son invisibles, pero son muchos los efectos a corto y largo plazo que la contaminación ambiental puede ejercer sobre la salud. Las partículas más perjudiciales para la salud son las de 10 micrones de diámetro o menos, que pueden penetrar y alojarse en el interior profundo de los pulmones.

Los efectos que la contaminación ambiental va a tener en la salud dependerán del tipo y mezcla de contaminantes, de la concentración de estos en el aire, del tiempo que una persona está expuesto a ellos, de la cantidad respirada y de cuánto penetra a los pulmones.

Se calcula que cerca de 1.3 millones de personas mueren al año en el mundo debido a la contaminación atmosférica urbana, sobre todo en países en desarrollo. Los residentes en ciudades con altos niveles de contaminación padecen más enfermedades cardiacas, problemas respiratorios y cánceres de pulmón que quienes viven en zonas urbanas donde el aire es más limpio.

Según la OMS un 80% de las defunciones prematuras relacionadas con la contaminación exterior se deben a cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, mientras que el 14% se deben a neumopatía obstructiva crónica o infección aguda de las vías respiratorias inferiores y un 6% a cáncer de pulmón.

Pero no sólo la contaminación exterior es la causante de estos problemas de salud, el humo en interiores también es un gran riesgo. En el 2012 unos 4.3 millones de muertes prematuras en el mundo se debieron a la contaminación de aire en los hogares por cocinar y calentarse con combustibles de biomasa y carbón, sobre todo en los países menos desarrollados.

Tras la exposición a altos niveles de contaminación se producirá irritación de las vías respiratorias, disnea y una mayor probabilidad de sufrir una crisis asmática. Si esta exposición se mantiene en el tiempo durante periodos prolongados aumentaría la posibilidad de que aparezcan patologías pulmonares.

En personas con enfermedades respiratorias crónicas la contaminación ambiental es especialmente perjudicial dando lugar a episodios agravantes de la situación clínica basal.  Lo mismo ocurre en ancianos, niños y fetos cuyo aparato respiratorio es más sensible o está en pleno desarrollo. Pero las personas sanas que realizan actividad física al aire libre en épocas con alta concentración de contaminantes también son vulnerables a los efectos dañinos de los mismos.

Cada contaminante tiene una forma de evitación determinada, pero por regla general se debe de comprobar las alertas de contaminación diariamente. En invierno se debe evitar caminar por calles en las que haya mucho humo causado por el tráfico, mientras que en verano no se deberían realizar actividades al aire libre los días más cálidos y soleados, debido a que los niveles de contaminación serán más altos.

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