El riesgo de autodiagnosticarse y automedicarse
Es frecuente encontrar, especialmente en redes sociales, consultas o preguntas sobre medicamentos. Si alguien nos cuenta que, por ejemplo, tiene tos y flemas, a todos, siempre con la mejor intención y
Es frecuente encontrar, especialmente en redes sociales, consultas o preguntas sobre medicamentos. Si alguien nos cuenta que, por ejemplo, tiene tos y flemas, a todos, siempre con la mejor intención y ganas de ayudar, nos sentimos a veces capaces de orientar sobre lo que consideramos que sucede: resfriado, gripe, COVID, asma, EPOC…. Y un sinfín más.
Pero es importante destacar, que los diagnósticos, los deben hacer siempre profesionales de la salud. De entrada esta profesión implica que las personas han estudiado una carrera y una especialidad durante 10 años. Pero además, los profesionales tampoco pueden hacerlo tan solo con sensaciones o comentarios, necesitan una serie de pruebas médicas que nos ayuden a conocer la causa de estos síntomas y que son los profesionales los que saben interpretarlas.
Hay muchas enfermedades que tienen síntomas similares pero que no tienen los mismos tratamientos; ya que el tratamiento variará en función de si la causa es genética, ocasionada por un microorganismo, por un mal hábito como el tabaco…. o infinidad de otros factores
El disponer de internet no siempre ayuda, ya que todos, en un momento u otro, hemos preguntado al Dr Google, sobre ciertos síntomas para ver a qué podría deberse lo que estábamos sintiendo, en lugar de acudir al médico que es la persona que en verdad nos puede ayudar. Es cierto que puede resultar tentador tener información de forma inmediata, pero es importante conocer que se corren peligros para la salud.
En muchas ocasiones, en el caso de tener un diagnóstico, tenemos tendencia a preguntar a personas con nuestra misma enfermedad, qué toman ellos para ver si con esa medicación me encuentro mejor. Los grupos de apoyo son fantásticos, y las redes sociales han contribuido a generar grandes comunidades de soporte, pero es importante destacar que comparar tratamientos es también es un error.
Las enfermedades pasan por diversas fases a lo largo de su evolución que requieren tratamientos diferentes en cada caso y la pastilla o el inhalador necesario para tratar una enfermedad en una fase leve, no tiene nada que ver con la medicación y dosis precisas para tratarla en una fase más avanzada o de agudización. Es decir, y pongamos un ejemplo: aunque mi vecino tenga la misma patología que yo la fase de evolución en la que se encuentra puede diferir mucho de la mía, por lo que el tratamiento necesario será distinto. Además, las personas, en muchas ocasiones y según pasan los años más, no tenemos solo una enfermedad, sino que tenemos varias relacionadas.
En ocasiones hay medicaciones que por tener esta otra patología no se pueden tomar o que interaccionan con otras medicinas que estamos tomando dando lugar a fuertes efectos secundarios.
Por todo ello, volvemos a hacer hincapié, por el bien de nuestra salud, en la necesidad de no autodiagnosticarnos ni automedicarnos. En caso de tener cualquier duda sobre nuestra salud tenemos que acudir a un profesional sanitario para conseguir un correcto diagnóstico y, en consecuencia, un tratamiento que nos ayude, en lugar de perjudicarnos.
Si quieres puedes contactar con nuestros coaches (un equipo de fisioterapeutas especializados en respiratorio) que te aconsejarán o derivarán cuando sea necesario a través de nuestra línea Conciencia, posible gracias al apoyo de Boehringer Ingelheim España.