El oxígeno, sus niveles y la oxigenoterapia.
Una persona puede vivir varios días sin alimentarse pero sólo escasos minutos sin respirar. El oxígeno es vital para los seres vivos y gracias a él consigue la energía necesaria para que el organismo
La Oxigenoterapia, un tratamiento que da vida
Podemos llegar a estar más de un mes sin comer, entre 8 y 10 días sin dormir y alrededor de una semana sin beber, pero escasos 2 minutos sin respirar. Aunque estas acciones son fundamentales para nosotros, la principal es respirar.
Sin el oxígeno que adquirimos cuando respiramos nuestro organismo deja de tener energía para funcionar y se detiene, porque sin oxígeno no hay vida.
Insuficiencia respiratoria
La parte más importante de la respiración es el intercambio gaseoso. Gracias a este proceso el oxígeno que cogemos durante la respiración es enviado a todas las células de nuestro organismo a través de la sangre mientras que el dióxido de carbono es eliminado en la respiración.
Cuando nuestro organismo no es capaz de realizar este intercambio gaseoso correctamente se produce la insuficiencia respiratoria. Los síntomas que nos alertan que esta situación se está produciendo son:
- Sensación de ahogo y dificultad para respirar, especialmente al realizar esfuerzos.
- Los labios y/o uñas se colorean de azul.
- Problemas para concentrarse y mantener la atención.
- Dolor de cabeza.
- Somnolencia o adormecimiento.
- Respiraciones más rápidas.
- Aumento de las pulsaciones.
Pulsioximetría y oximetría, camino al diagnóstico.
Una forma sencilla de medir la oxigenación de la sangre es mediante la utilización de un pulsioxímetro colocado en la oreja o dedo. Pero es sólo un valor orientativo, ya que para un diagnóstico es necesario realizar una gasometría. Gracias a este análisis de gases en la sangre arterial se puede medir tanto la concentración de oxígeno como de dióxido de carbono que tenemos en sangre. Estaremos ante una situación de hipoxemia cuando la presión de oxígeno en la gasometría es menor a 60mmHg. Se estima que este valor equivale a 90% en la pulsioximetría.
Oxigenoterapia, el tratamiento de elección a la insuficiencia respiratoria
Cuando una persona tiene hipoxemia y no puede conseguir, mediante la respiración, el oxígeno suficiente para que su organismo funcione correctamente será candidato a la utilización de oxigenoterapia. Este tratamiento le aportará una cantidad de oxígeno extra que nivelará los valores de oxígeno en sangre y permitirá a la persona realizar su vida de normalmente.
La dosis de oxígeno (flujo) a aplicar dependerá de la situación de cada persona, al igual que las horas de utilización.
Se trata de un tratamiento que no causa dependencia y que es necesario aplicar tal y como lo haya prescrito el médico. La persona que lo utiliza podrá aumentar las horas de utilización si son necesarias, pero no aumentar el flujo ni dejar de usarlo sin permiso del médico.
En función del control de concentración oxígeno que queramos tener se administrará el oxígeno con sistemas de bajo flujo, como las gasas nasales, las mascarillas simples y las mascarillas con reservorio, en las que hay un escaso control, o con sistemas de alto flujo, como la máscara de Venturi, con un buen control.
Las fuentes de suministro de oxígeno pueden ser estáticas, las que se utilizan en el domicilio, y portátiles, las que pueden utilizarse en el exterior.
Beneficios de la oxigenoterapia
Si se cumple con el tratamiento pautado de oxigenoterapia este tendrá múltiples beneficios en el paciente.
Entre ellos podemos destacar:
- Reduce la mortalidad
- Mejora el estado de alerta.
- Aumenta la tolerancia al ejercicio.
- Mejora el estado psicológico de la persona
- Aumenta su calidad de vida.
- Mejora el descanso y la calidad del sueño.
- Disminuye el esfuerzo realizado al respirar.
- Reduce el trabajo del corazón.
- Aumenta el nivel de energía.
- Reduce el número de visitas a urgencias y los ingresos hospitalarios.
Precauciones para su utilización
Debido a que el oxígeno es un gas inflamable es muy importante mantener una serie de precauciones durante su utilización:
- No fumar en la misma habitación en la que se encuentra el dispositivo, al igual que tampoco se utilizarán aerosoles, disolvente ni productos grasos.
- La fuente de oxígeno tendrá que colocarse a más de dos metros las fuentes de calor (braseros, radiadores, chimeneas…)
- Los equipos tienen que mantenerse en posición vertical.
- Se evitará mover las fuentes de oxígeno estáticas.
- Se efectuará una revisión frecuente de los dispositivos por parte de la empresa suministradora, nunca se manipularán.
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